Una vía ferrata es un itineario de escalada, tanto vertical como horizontal, equipado con un cable guía de seguridad y diverso material para progresar: clavos, grapas, presas, pasamanos, tirolinas, cadenas y puentes colgantes. Este equipameinto facilita el recorrido, mientras que el cable da la seguridad necesaria para que se puedan disfrutar estas escaladas equipadas creadas en lugares muy hermosos y espectaculares.
Un poco de historia de las vías ferratas:
En todas las montañas del mundo encontramos antiquísimos sistemas precursores de las vías ferratas, permitiendo el paso del ser humano por las montañas desde el Neolítico. Las necesidades de pasteoreo, caza, leña, crear acceso a lugares con agua, zonas sagradas propició que las diferentes sociedades “equiparan” pasos difíciles y/o peligrosos.
Estos pasos se han utilizado hasta instantes recientes, en lugares como el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara se pueden contemplar huellas de los mismos. Por ejemplo los agujeros en la roca, que tienen miles de años de antigüedad.
Algunas de estas “primitivas ferratas” siguen empleándose, por ejemplo las Ferratas Bereberes del Atlas, entre las que destacan las de Taghia, obras de arte que crean inverosímiles senderos suspendidos en el vacío, permitiendo el paso tanto de personas como ganado entre murallas de roca de más de 300 metros.
Sin embargo, la primera ferrata (tal y como las conocemos hoy en día) no se instaló hasta 1843, cuando se equipó la vía normal al pico austriaco Hoher Dachstein, con el objetivo de hacer más accesible la cumbre. En 1869 se equipó, también en Austria el monte Grossglockner.
Las famosas clavijas de Cotatuero, del valle de Ordesa fueron instaladas en 1881 con el fin de facilitar el acceso a los cazadores de Sarrios británicos; no hizo nada mal su trabajo el herrero de Torla, hoy en perfecto estado siguen siendo utilizadas por los montañeros que ascienden desde la pradera de Ordesa a la Brecha de Rolando, eso sí a las clavijas se ha añadido un cable guía de seguridad.
Las montañas italianas de las Dolomitas son el paraíso de las vías ferratas, contando con itinerarios de varias jornadas que recorren estas hermosas agujas utilizando pasos equipados. La primera ferrata dolomítica fue la de la Marmolada (año 1903), posteriormente se equiparon muchísimas por motivos militares, los soldados italianos del frente Austrohúngaro durante la 1º Guerra Mundial equiparon los accesos a las agujas para colocar baterías de fuego y puestos de observación.
Llegada la 2º Guerra Mundial, la necesidad de uso de estos senderos equipados resurgió para los ejércitos en contienda, las mismas se reequiparon. Las estructuras antiguas se actualizaron con cables de acero, escaleras metálicas y clavijas.
Finalizada la contienda, empezaron a tener un uso turístico y deportivo, esto sumado a su interés histórico propicio que la mayoría se hayan ido restaurando y los montañeros y turistas las recorran actualmente.
Habían nacido las vías ferratas modernas, las de Dolomitas son las más famosas del mundo, pero se han expandido por todo el mundo.
En España, uno de los primeros caminos equipados fue la Canal del Palomo, por montañeros del Club Peña Guara en 1954, posteriormente reformada como vía ferrata moderna (K4) en 2008. La primera ferrata moderna se instaló en Montserrat en 1990, por el visionario Antonio García Picazo, la vía Ferrata Teresina, posteriormente se equiparían muchas más en la Sierra de Guara y los Pirineos.
Graduación de la dificultad en Vías Ferratas:
Estas escaladas equipadas muestran dificultad técnica, física y exposición a los riesgos de la actividad. Las ferratas homologadas usan graduaciones específicas siendo la más habitual la de Hüsler.
Eduard Hüsler nació en Suiza en 1944. Aficionado a las ferratas, se dió cuenta de que la abundancia y popularización de las mismas propiciaba que las personas al comenzar a escalarlas podrían encontrarse una sencilla trepada con grapas y escaleras, hasta pasos extraplomados de una gran exigencia física y técnica, con el riesgo y lo dificultoso que es escapar de una escalada así.
Con el objetivo de evitar accidentes creó una graduación que como en el alpinismo o la escalada representará lo que el montañero se iba a encontrar durante la actividad. La graduación iba desde la A (Poco Difícil) hasta la E (Extremadamente Difícil), teniendo en cuenta 4 factores:
– Fuerza Necesaria
– Resistencia y forma física necesaria
– Experiencia en montaña y escalada
– Cuestiones psicológicas y gestión del riesgo
Valorando estos factores se gradúa la vía ferrata, a diferencia de la escalada en esta graduación se tienen en cuenta factores subjetivos como el compromiso, el patio y las consecuencia psicológicas que produce. En 2007, el mismo Hüsler reformó esta graduación, añadiendo la letra K (de Klettersteig, vía ferrata en alemán), cambiando las letras por números:
– K1 Fácil (familiar)
– K2 Poco difícil (para todos los públicos)
– K3 Algo difícil (para cualquier persona con cierta costumbre de realizar actividad física)
– K4 Difícil (es necesario tener una buena forma física para ascenderla)
– K5 Muy Difícil (para personas con costumbre de realizar vías ferratas y buena forma física)
– K6 Extremadamente Difícil (Solo para expertos)
Material necesario para ascender una vía ferrata:
Arnés, casco y disipador, el material técnico indispensable para escalar una vía ferrata.
Para evitar el temido factor II que se produce al caer en las ferratas se utiliza un “disipador” , este elemento reduce la fuerza de choque, permitiendo así que tanto el arnés como la espalda del escalador aguanten el golpe.
Para descansar durante la escalada también es muy recomendable usar un cabo de anclaje. Otro elemento muy recomendable son guantes, tanto para evitar resbalones como rozaduras. El casco como en toda actividad de escalada es obligatorio. Como material tanto de progresión como autorescate contamos con una cuerda dinámica (que nos permite escapar de la escalada rapelando o facilitar la escalada asegurando o poleando). Nunca se debe olvidar un botiquín, así como un frontal por si acaso.
TOP 5 Vías Ferratas Pirineos:
Los Duendes K1, Broto, 2h de actividad
Las vías ferratas generalmente están planteadas para montañeros jóvenes o adultos, pero no para niños, su pequeña altura les hace difícil progresar entre la distancia que hay entre grapa y grapa. Sin embargo algunas vías ferratas sencillas están precisamente creadas para que disfruten los más pequeños de la familia, Los Duendes es su mejor ejemplo en los Pirineos.
Al ladito de la majestuosa cascada de Sorrosal encontramos esta vía ferrata familiar creada para los más pequeños, la distancia entre sus grapas, así como el tamaño de su puente tibetano hacen posible que niños de hasta 6 años puedan disfrutar de esta actividad.
La cercanía al río y la vegetación que otorga sombra consiguen que en plena verano la temperatura sea agradable. La ruta tiene resaltes muy divertidos donde toda la familia disfrutará de la escalada, puentes colgantes, telas de araña, tramos de escalada fáciles y escaleras. El retorno es muy cómodo hasta el pueblo de Broto. Sin duda, la mejor ferrata familiar del Pirineo aragonés.
El Escuacho K4, Escarrilla, 3h de actividad
La última novedad del Pirineo aragonés, más concretamente del Valle de Tena, la vía ferrata de El Escuacho (2022). Esta escalada destaca por su intensidad, pues a pesar de no tener una gran longitud, sus resaltes verticales y el patio que otorga sobre el río Gállego dejarán totalmente satisfechos a los aventureros que se atrevan a escalarla.
Comienza con un tramo familiar, un precioso puente colgante y algunos resaltes asequibles. A continuación tras un breve tramo de andar comienzan las dificultades, superando un gran muro vertical a través de numerosas grapas que nos sitúan bajo un gran techo,en este punto encontramos la mejor panorámica sobre el Valle de (Inicio de la travesía horizontal sobre el gran techo de la vía ferrata El Escuacho- Vía Ferrata Valle de Tena con Guías del Pirineo) Tena, para superar este gran resalte se realiza una espectacular travesía a derechas que finaliza con un paso extra plomado sobre el vacío que impresiona más por su verticalidad que por el esfuerzo físico que supone.
A continuación se descansa caminando unos minutos para comenzar el último tramo de la vía ferrata El Escuacho, el más físico, con tramos extraplomados horizontales sobre el río y puentes tibetanos.
Una ferrata imprescindible para los amantes del mundo vertical. Que rápidamente se ha ganado un puesto en este TOP de las mejores ferratas de los Pirineos.
En el mismo Valle de Tena encontramos también la vía ferrata de Santa Elena, más sencilla y familiar K2 que permite ascender de una forma divertida a través de pequeños muros hasta la bonita Ermita de Santa Elena.
Vía Ferrata Sorrosal K3, Broto, 4h de actividad
El clásico de los clásicos en lo que a vías ferratas de Huesca se refiere, la vía ferrata más bonita del Pirineo tenía que estar en esta lista de imprescindibles.
La cascada de Sorrosal, atrae a cientos de turistas al bonito pueblo de Broto cada año, un complemento ideal a la visita del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Durante el verano el agua del río Sorrosal se usa para regar los campos, lo que prácticamente seca la cascada, por lo tanto el momento ideal para observarla y ascender por su vía ferrata es durante la primavera y el otoño, además en estas épocas hay muchas menos aglomeraciones.
Durante la última glaciación, hace unos 40000 años el río Ara era un enorme glaciar que en su punto de mayor tamaño en el valle de Ordesa llegaba a alcanzar 1000m de altura y 2000m de anchura, este gigante erosionó la montaña dándole la forma que observamos hoy en día. En la zona del río Sorrosal encontró una debilidad, un punto de roca blanda que fue moldeando poco a poco, dándole esa oquedad por la que escalamos hoy por hoy, posteriormente el río la aprovechó precipitándose por los 100m de alto que tiene la cascada.
Los guías de montaña de la villa, en el año 2002 construyeron esta vía ferrata como recurso turístico, auténticos visionarios.
Hoy en día accedemos a ella cruzando por una pasarela el río, tras pagar los 4 euros de entrada dedicados a su mantenimiento comenzamos la aventura equipándonos al lado de la primera trepada equipada con grapas y escalera. La primera parte asciende a través de la vegetación, utilizando clavijas, escaleras, presas de escalada, ganando poco a poco y con comodidad un espectacular patio sobre el vacío. Cuando se gana la altitud de la escalera vertical de Sorrosal comienza una entretenida travesía horizontal, que en verano nos refrescará ya que cae agua de la acequia superior. La escalera es la parte más asombrosa de la ferrata, con vistas sobre la “minúscula” poza de la cascada. Tras cruzar la oscura cueva artificial de la ferrata accedemos al barranco, donde el agua ha esculpido una auténtica obra de arte natural sobre el flisch, su puente colgante sobre el barranco es tremendamente fotogénico. La actividad continua al sol recorriendo trepadas y fajas muy panorámicas sobre el valle del río Ara, hasta terminar descendiendo por un sendero entre robles a Broto.
Lo variada que es, la espectacularidad que tiene escalar con el barranco al lado y las panorámicas del tramo final otorgan a este recorrido, apto para cualquier montañero, el título de ser la vía ferrata más hermosa del Pirineo.
Vía Ferrata de Foradada del Toscar K4, Foradada del Toscar, 5h de actividad
Foradada del Toscar es un pueblecito de altura, entre Sobrarbe y Ribagorza, justo en el lado este de la emblemática Peña Montañesa, paraíso de la escalada soleada, entre sus agujas y muros de excelente roca caliza, surgen multitud de itinerarios de escalada deportiva y clásica, no podía faltar entre sus muros una de las grandes ferratas del Pirineo.
La vía ferrata de Foradada del Toscar esta en este TOP 5 de las mejores del Pirineo por la capacidad que tiene de transmitir las sensaciones de escalar una gran pared del Pirineo, en un lugar muy salvaje y solitario.
El ascenso es constante desde el principio, primero escalando a la sombra por una gran chimenea hasta poco a poco alcanzar una bonita y delgadísima aguja, que nos traslada por un instante a esas espectaculares fotos de las agujas del Mont Blanc. En este punto alcanzamos más de un centenar de metros de altura, comienza la gran travesía horizontal de la vía ferrata de Foradada, con su gran patio y una espectacular panorámica sobre la Peña Montañesa. Una vez superado este tramo la dificultad disminuye hasta finalizar la actividad descendiendo vertiginosamente por los bosques de la Peña Montañesa.
Esta vía ferrata tiene mucho ambiente de grandes escaladas pirenaicas, siendo ideal para la primavera y el otoño, cuando el sol calienta y hace que se esté muy a gusto en estas paredes de cara sur, en verano el calor puede llegar a ser excesivo.
Su ambiente y la calidad de esta gran vía ferrata la convierten en una de las mejores del Pirineo, siendo apta para cualquier persona deportista.
Vía Ferrata de la Croqueta de Obarra K4/5, Beranuy, 5h de actividad
La gran ferrata del Pirineo, lo tiene todo, puentes colgantes, tramos verticales, grandes travesías, tramos de escalada. Una ferrata muy deportiva pero con muchos aires de alta montaña, para gente en buena forma física que quiera descubrir el mundo vertical de los Pirineos.
Sobre el histórico Monasterio de Obarra surgen estas dos grandes agujas, muy verticales y con una roca caliza excelente. La ferrata busca en todo momento el itinerario más divertido y vertical, las dificultades son progresivas, comenzando con un primer tramo más tumbado que sirve como calentamiento, tras la primera faja comienza el segundo tramo, más vertical y exigente. Una vez se accede a la aguja este, la ferrata se vuelve magnífica, alternando tramos verticales muy bonitos con espectaculares travesías sobre el río Isábena.
Una de las mejores vías ferratas del Pirineo, espectacular en todo momento, variada y con mucho aire de escalar en la alta montaña.
Realizar una Vía Ferrata de los Pirineos con la Cooperativa de Guías del Pirineo
Nuestra forma de guiar las ferratas busca la máxima calidad y seguridad. Aportando más que una escalada, mostrando el entorno de una forma educativa, enseñando las curiosidades que ofrece la naturaleza. Los grupos de las vías ferratas son de un máximo de 4 participantes más el guía, lo que facilita una experiencia íntima, que máxime el aprendizaje y la seguridad, pudiendo encordar al grupo para otorgar al grupo para evitar caídas y facilitar un escape si fuera necesario.