Con sus 2.291 metros de altitud, es una de las cumbres más emblemáticas del Pirineo Aragonés y todo un símbolo de la comarca del Sobrarbe.
La Peña Montañesa
La Peña Montañesa es la cumbre más occidental de la Sierra Ferrera y se caracteriza por un fascinante paisaje kárstico que destaca tanto por su singular geología como por su entorno natural.
Su estructura calcárea, formada hace aproximadamente 45 millones de años por la colisión de placas continentales, ha sido moldeada a lo largo del tiempo por procesos erosivos que han esculpido un relieve único. El resultado es un impresionante terreno con extensas áreas de lapiaz, profundas simas, misteriosas cuevas y escarpados acantilados que ofrecen una experiencia visual y geológica inigualable.
Vistas desde la cumbre de Peña Montañesa
En la cumbre se despliega una vista impresionante. Hacia el norte, el valle de Badaín se extiende, adornado con frondosos bosques de hayas, abetos y pinos que añaden un toque de verdor al paisaje montañoso. Más al este, en la sierra Sardanera, la desolada mole del Cotiella se alza como un testigo silencioso de la historia geológica de la zona. A lo lejos, hacia el noroeste, la masa calcárea de Castillo Mayor se torna diminuta ante la majestuosidad de los Tres Sorores, que dominan el horizonte.
Al sur, el paisaje se transforma nuevamente, presentando una mezcla de bosques, cultivos y embalses, todos ellos enmarcados por la imponente Sierra de Guara. Este entorno diverso no solo realza la belleza de la Peña Montañesa, sino que también es un refugio para una variada flora y fauna, contribuyendo a la riqueza ecológica de la región.
Ganado y relevancia histórica
Desde tiempos ancestrales, la Peña Montañesa ha sido un referente y refugio para las gentes que habitan bajo sus laderas.
Durante los meses de verano, los habitantes de las aldeas cercanas llevaban sus rebaños de ovejas y cabras a los «plans», pastos situados a gran altitud entre escarpados precipicios y gleras. Allí, el ganado permanecía tres meses pastando libremente hasta que, hacia finales del estío, el verdor de los prados daba paso a tonos amarillos. Esta transformación del paisaje señalaba la llegada del momento de bajar a los animales de los pastos de montaña.
En la posguerra, la Peña Montañesa adquirió relevancia histórica al servir de refugio a la Agrupación Guerrillera del Alto Aragón, una de las cuatro agrupaciones de maquis más importantes de la península. Incluso en una de sus cuevas, los guerrilleros instalaron una pequeña imprenta donde producían folletos propagandísticos.
Rutas de senderismo Peña Montañesa
Una ruta de senderismo espectacular y menos transitada es la ascensión por la Canal Mayor, que comienza en el encantador pueblo de Oncins. Después de recorrer un tramo inicial en terreno llano, nos adentramos en la canal.
Allí, nos espera un exigente ascenso por una canal pedregosa, con tramos de fuerte pendiente y terreno suelto, en los que en ocasiones tendremos que apoyarnos en alguna cuerda fija instalada para mayor seguridad.
Al salir de la canal, aún nos restan 400 metros de desnivel hasta la cima, aunque estos últimos metros serán más accesibles. A pesar de encontrarnos con una pedrera en el tramo final, los múltiples senderos ya marcados facilitarán notablemente la subida.
Para regresar al punto de partida, seguiremos la Faja Toro, un estrecho sendero que bordea las escarpadas paredes de la montaña y ofrece vistas espectaculares del paisaje. Aunque no presenta grandes dificultades técnicas, es una ruta aérea en la que tendremos la oportunidad de hacerla culminar con un par de rápeles, llevándonos finalmente de vuelta al sendero que nos devolverá a Oncins.
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Flora y fauna en la Peña Montañesa
La vegetación de la Peña Montañesa es variada, adaptándose a los diferentes niveles de altitud y exposición a los elementos.
En las zonas bajas de la Peña Montañesa, se encuentran densos bosques de pino negro y abeto, mientras que en áreas más soleadas prosperan encinas y quejigos. En terrenos pedregosos y escarpados crecen resistentes matorrales de boj y enebro, mientras que en los prados de alta montaña florecen especies alpinas como el edelweiss y la genciana. Además, en los tramos más secos y soleados, las plantas aromáticas como el tomillo, la lavanda y el romero llenan el aire con sus fragancias.
Esta combinación de especies crea un paisaje rico y diverso, especialmente vibrante en primavera y verano, cuando las plantas florecen y el entorno se vuelve un espectáculo aromático y colorido.
Buitres y rebecos
La fauna de la Peña Montañesa es igualmente diversa y característica del ecosistema pirenaico, con especies adaptadas a las condiciones de montaña. Su riqueza ornitológica es especialmente notable. El quebrantahuesos, una de sus aves más emblemáticas, se avista en las zonas altas, junto a águilas reales, halcones peregrinos y buitres leonados que sobrevuelan la montaña.
Estas grandes aves carroñeras aprovechan las corrientes ascendentes de aire caliente, conocidas como térmicas, que se forman cuando el sol calienta el suelo. Gracias a sus amplias alas, las aves se elevan con mínimo esfuerzo, logrando una gran economía de vuelo.
Además de la avifauna, es común ver mamíferos como rebecos en las zonas altas y escarpadas y corzos en las áreas bajas. También habitan aquí jabalíes y zorros, completando un ecosistema lleno de vida y adaptado a los paisajes extremos de esta montaña.
Vías de escalada en Peña Montañesa
La Peña Montañesa también es un verdadero paraíso para los escaladores, ofreciendo una experiencia única en el Pirineo Aragonés. Con sus imponentes paredes verticales de roca caliza y rutas variadas, esta montaña es el escenario perfecto para quienes buscan desafíos en la roca y disfrutar de un entorno natural espectacular.
La montaña ofrece una amplia gama de vías de escalada, desde rutas clásicas hasta otras más modernas y técnicas. Existen algunas vías más sencillas para “principiantes” pero la mayor parte de sus rutas quedarán para escaladores experimentados. La pared más grande se encuentra orientada al sur, que reserva su escalada para otoño, invierno y principio de primavera. Pero también hay vías en la cara norte y noreste, donde encontramos un paisaje precioso y muy tranquilo para las largas tardes de verano.
Puedes consultar a nuestros guías de escalada las vías que mejor se adapten a tu nivel y experiencia.
Parapente
Otra maravillosa y emocionante forma de completar la actividad de escalada o senderismo en la peña montañesa es realizar con nuestro querido amigo Joan Raset, instructor de parapente y guía de escalada, un descenso en parapente. Acompañándolo en su nuevo proyecto Fly Around, podrás volar desde esta icónica montaña realizando previamente una buena vía de escalada o jornada de senderismo.