Barranquismo en Huesca

La historia del barranquismo se remonta a las actividades de exploración y aventura realizadas por espeleólogos en los siglos XIX y XX. Estas personas descubrieron y exploraron cañones y barrancos en busca de nuevos desafíos y aventuras. Sin embargo, el barranquismo como actividad deportiva organizada comenzó a desarrollarse más específicamente en las décadas de 1960 y 1970 en Europa, especialmente en países como Francia, España y Suiza.

Lucien Briet 
El nacimiento “oficial” del barranquismo se sitúa en el año 1904, y se le atribuye a Lucien Briet, gran descubridor de una gran número de barrancos en los montes Pirineos, y especialmente en la Sierra de Guara.

Uso de cuerda
Durante este período, los entusiastas del deporte comenzaron a desarrollar técnicas específicas para descender de manera segura por barrancos y cañones, incluido el uso de cuerdas y técnicas de progresión en aguas vivas. A medida que la popularidad del barranquismo crecía, también lo hacía la demanda de equipos especializados y guías experimentados.

Extensión en el mundo
En las décadas siguientes, el barranquismo se extendió por todo el mundo, desde los Alpes europeos hasta los cañones del suroeste de los Estados Unidos y más allá. Se establecieron asociaciones y federaciones dedicadas a regular y promover la seguridad en la práctica de esta actividad, así como a preservar los entornos naturales en los que se lleva a cabo.

Hoy en día
el barranquismo es una actividad popular y accesible para personas de diferentes edades y niveles de habilidad, con destinos de barranquismo en todos los continentes. Se practica tanto de forma recreativa como competitiva, y ofrece a los participantes la oportunidad de explorar paisajes naturales impresionantes mientras disfrutan de una emocionante experiencia al aire libre. Sin embargo, es importante practicar el barranquismo de manera responsable, respetando el medio ambiente y siguiendo las pautas de seguridad establecidas por expertos y organizaciones dedicadas a este deporte.