Y es que, la sensación de poder subir montañas nevadas de una forma súper cómoda, sin hundirse hasta las rodillas ni pasar penurias y poder observar los paisajes que la montaña invernal nos ofrece, es de agradecer.
Y si luego le sumas, que además, ya no tienes una larga bajada andando, que normalmente es donde más sufrimos, si no que es la mejor parte del día… es todo un delirio!! Las bajadas sobre los esquís se hacen incluso demasiado cortas pero muy, pero que muy disfrutonas.
Este es un pequeño resumen del esquí de travesía que, además se puede combinar con el alpinismo o que podemos usar como medio de transporte para ir a escalar en hielo o alguna actividad de alta montaña. Incluso a veces, no pretendemos subir ninguna cima ni ir a ningún sitio especial, si no ir en busca de la mejor bajada, priorizando los descensos en nieve polvo alejados del bullicio de las estaciones de esquí.
Después de esta breve y motivadora introducción te explico que material usamos y en que consiste esto del esquí de montaña.
Material
El material básico es muy parecido al del esquí alpino, aunque con algunas diferencias y sumándole algunos elementos.
Los esquís, por lo general y sin entrar en competición ni en freeride extremo, son un poco más anchos que en esquí alpino. Podríamos decir que la anchura más popular oscila entre los 78 y los 90 mm de patín. Suelen ser esquís más ligeros y un tanto más flexibles que los usados en el esquí alpino.
Pero realmente lo que más va a diferenciar el peso del esquí, son las fijaciones, siendo las más populares y usadas las fijaciones tipo “pin” que son poco voluminosas y bastante ligeras.
Las fijaciones de travesía las podemos usar para subir, enganchando sólo la parte delantera de la bota para así tener el talón libre y poder “andar”. Después, para bajar, engancharemos también el talón y se convierte así, en una fijación para el descenso.
Los bastones suelen ser regulables en dos tramos. Para las subidas los ponemos más largos y más cortos en las bajadas, pero también podemos usar unos fijos.
Las botas, como siempre, es la parte más importante y delicada del equipo. Es imprescindible que sean cómodas, ya que pasaremos mucho tiempo con ellas puestas y las usaremos tanto para subir como para bajar.
Son botas muchísimo más ligeras que las de esquí alpino y hay una enorme variedad de modelos según el tipo de esquí que nos guste o vayamos a realizar. Desde botas súper ligeras para competición que buscan la máxima movilidad y ligereza para la subida a botas de freeride que buscan la máxima transmisión de potencia al esquí en la bajada. En la actualidad, existe un término medio muy bien conseguido que aúna ligereza para la subida y potencia para la bajada y será por ello el tipo de bota más usada en el usuario medio del esquí de montaña.
Las pieles de foca. Elemento indispensable para poder subir. De las focas, afortunadamente, ya solo queda el nombre, ya que las originales eran de este animal por la capacidad de su pelo para deslizarse en una dirección y no en la contraria, lo que les permite a las focas avanzar unidireccionalmente hacia adelante.
Podríamos definirlas como unas bandas adhesivas de tela que se colocan en la suela de los esquís para proporcionar tracción cuando se está subiendo una pendiente de nieve. Las pieles de foca, por tanto, están hechas de un material que imita al pelo de foca que permite avanzar sin resbalarnos hacia atrás. Se ponen para subir y se quitan para bajar. Como siempre, existen un montón de modelos y calidades y será muy importante que estén adaptadas a nuestros esquís, sobre todo en anchura.
La ropa que usamos será más parecida a la ropa que llevamos cuando vamos a la montaña que cuando vamos a esquiar a una estación. Pues en un primer momento debemos subir y necesitaremos quitarnos capas y usar ropa transpirable y de secado rápido para no quedarnos fríos. Luego para bajar, nos ponemos más abrigo. También será interesante llevar dos tipos de guantes y dos tipos de gafas.
El casco, como siempre, imprescindible. Podemos usar uno de esquí, que suelen ser más calientes y cómodos pero más pesados, o podemos usar un casco de escalada. Dependiendo de lo que tengamos o del tipo de actividad que vayamos a realizar.
La mochila es necesaria, pues nos servirá para guardar toda esa ropa que no estamos usando en la subida, el agua y la comida necesaria para nuestra actividad, y para llevar nuestra pala y nuestra sonda, elementos de seguridad que comento a continuación.
DVA (arva), pala y sonda. Son elementos imprescindibles para nuestras salidas de esquí de travesía. A parte de nuestra planificación previa y nuestra elección del itinerario, son nuestra única herramienta de seguridad en caso de avalancha. ¡Y por supuesto saber usarlos!
DVA (detector de víctimas de avalanchas) es un aparato que llevamos pegado al cuerpo para que nunca se separe de nosotros y que emite una señal para que en caso de ser enterrados, nuestros compañeros nos busquen. (dejo dos interesantes artículos de barrabes sobre DVAs, introdución y elección de DVA / fundamentos y optimización)
Pala desmontable para cavar y sacar nieve y la sonda para la detección de la víctima enterrada.
Seguridad
El esquí de montaña entraña algunas dificultades o complicaciones que en las estaciones de esquí no existen o se ven disminuidas por estar en un entorno controlado.
La meteorología toma una gran importancia, ya que el tiempo puede cambiar rápido y elementos como la niebla o el viento nos pueden poner en peligro. La lluvia o el calor pueden estropear la nieve y complicar nuestro descenso. El hecho de estar nevando o haber demasiada nieve puede llegar a ser peligroso y aumentar el riesgo de aludes.
También es importante el tiempo pasado, pues de ello dependerá, en gran parte, la estabilidad del manto y con ello el riesgo de avalanchas en el futuro próximo.
Todos estos aspectos son muy importantes para tener en cuenta cuando planificamos nuestras actividades de esquí de travesía, ya no estamos en una estación de esquí donde nos avisan si hay piedras en las pistas y provocan aludes en algunas zonas cuando la estación está cerrada para que todo sea seguro. Y por supuesto, la montaña no está señalizada por colores para saber la dificultad o la inclinación de las laderas por donde vamos a bajar.
En resumen, la planificación y con ello nuestra lectura de mapa y elección del lugar e itinerario junto con nuestra experiencia, serán elementos muy importantes para el éxito de nuestras salidas de esquí de travesía.
Una buena formación y la práctica constante de rescate de víctimas en avalanchas será necesaria para progresar con seguridad en nuestras salidas de esquí.
¿Qué actividades de esquí de montaña ofrecemos en la Cooperativa de Guías del Pirineo?
En la Coop. Guías del Pirineo ofrecemos diversos cursos y salidas de uno y varios días.
Si tienes ganas de hacer algo que no encuentras en nuestra web o en nuestro calendario también podemos organizarlo.
- Curso de iniciación al esquí de travesía
- Curso de nivología y rescate de víctimas en avalanchas (se ve algo muy básico en el curso de iniciación)
- Cursos de esquí-alpinismo
- Salidas guiadas de una jornada de esquí de travesía
- Salidas de esquí Freeride en estación o mezclando remontes y foqueos.
- Travesías de varios días en Pirineos, Alpes y otros lugares del mundo
Algunas zonas para salidas de un día:
– Baños de Panticosa ofrece un terreno buenísimo para el esquí de travesía. Allí podemos encontrar cimas de 3000m o cimas menos altas pero igual de interesantes que ofrecen bajadas buenísimas.
– El valle de Chisagües o del río Real, en la zona de Bielsa, es un lugar solitario y muy local con cimas de 3000m y orientación sur. Un rincón muy recomendable y y con unas vistas increíbles del macizo de Monte Perdido.
– El valle de Chistau y el macizo de Cotiella esconden rincones alucinantes y ascensiones a picos desconocidos con descensos brutales.
– El entorno de la estación de Formigal y lado francés de Portalet dan mucho juego.
– El macizo de Maladetas es enorme y su orientación norte nos ofrece un buen terreno de esquí tanto en pleno invierno como a final de temporada.
– La boca norte del túnel de Bielsa y los alrededores de la estación de esquí de Piau-Engaly son un lugar muy accesible donde encontrar una muy buena calidad de nieve durante todo el invierno.
Algunas recomendaciones para travesías de varios días:
– Nos encanta hacer una travesía que puede ser parecida a la famosa ruta de Carros de Foc en el Parque Nacional de Aigüestortes. El mejor momento será a final de invierno y se suele realizar en 4 o 5 días.
– 3 días en los alrededores del refugio de Góriz, en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido subiendo las cumbres más esquiables de la zona.
– 2 o 3 días en los refugios de Renclusa o Cap de Llauset, en el macizo del Aneto, reconociendo su cara sur o su vertiente norte.
– En el valle de Tena existen varias posibilidades pudiendo enlazar los refugio de Bachimaña y Respomuso o Bachimaña, Wallon y Oulettes de Gaube, en el macizo de Vignamle, realizando una alta ruta por algunos de los valles más esquiables del pirineo.
– También ofrecemos y organizamos viajes de esquí en Alpes, Georgia, Turquía o Noruega.